3 de mayo de 2011

La importancia de hablar inglés y aprender disfrutando

Cada uno de nosotros tiene diferentes objetivos en la vida, y en el trayecto hacia nuestras metas vamos escogiendo diversas actividades. Optamos por asistir a cursos para aprender sobre  algo que desconocemos, ponerlo en práctica o bien perfeccionarlo. Estos espacios, por lo general, son  considerados lugares  para adquirir conocimientos y experiencias que nos sean útiles en lo cotidiano, y si nos aportan algo positivo para nuestro crecimiento personal y profesional, mejor aún. Es imperioso reflexionar sobre qué cosas precisamos hoy para desenvolvernos en el mundo en el que vivimos, poniendo lo importante por sobre lo urgente.
Hoy coexistimos  en un mundo globalizado. Actualmente el mercado laboral nos ofrece una amplia variedad de oportunidades. En nuestros días la tecnología nos devora. Esta mundialización económica y cultural nos pide que actuemos. Por ello  la expansión internacional del inglés es un fenómeno que no podemos ignorar. El universo multimediático que nos rodea, gran parte de la música que escuchamos, la mayoría de las películas que vemos, todos están dominados por el idioma anglosajón. Afortunadamente, se le está dando cada vez más importancia al aprendizaje de esta lengua en los colegios primarios y secundarios y  es realmente notorio el valor que se le ha otorgado en estos últimos años a la inclusión de la asignatura en carreras terciarias y universitarias tales como sistemas, abogacía, relaciones laborales, entre otras. Aún así, varios estudiantes protestan porque la oralidad está ausente, con lo cual se hace tan engorroso para ellos hablar inglés. Muchos son capaces de comprender una lectura e inclusive de escribir algún texto. Pero con la gran competencia que existe en la oferta y demanda de trabajo, es ineludible poseer conocimientos adicionales que nos hagan distinguir del resto. El manejo del inglés hablado, el estar capacitado para desenvolverse en una conversación real, para comunicarse oralmente, es en la actualidad altamente valorado. Para aquellos que trabajan en ventas y cuyos clientes son turistas, sabrán que el dominio de este lenguaje abre puertas (¡que conducen a escaleras!). Y aquellos que viajan, por trabajo o por placer, se topan constantemente con situaciones en las cuales saber hablar inglés es fundamental. Pero para que esta comunicación sea efectiva y exitosa, ese inglés tiene que ser bueno.
He leído alguna vez que “estudiar inglés no es difícil, son horas de esfuerzo bien recompensadas”. Yo, personalmente cambiaría algunas palabras de ese pensamiento. “Aprender inglés no es difícil, son horas de goce, además recompensadas”. En primer lugar, el estudio no garantiza el aprendizaje, pero no hay aprendizaje sin estudio. En segundo lugar, deberíamos dejar a un costado esa exigencia que uno mismo se impone a la hora de tomar decisiones. Si elegimos aprender un idioma, deberíamos verlo no como un compromiso sino como un pasatiempo, un arte que nos permita abrir nuestras mentes, intercambiar ideas (¿y por qué no culturas?). En lugar de decir “tengo que estudiar inglés, tengo que hacer el esfuerzo” digamos “quiero aprender ingles y disfrutarlo”. Hacer un esfuerzo significa emplear medios superiores a los normales para llegar a un fin. Veámoslo como una satisfacción, no  como una labor tediosa. Sería lindo enriquecer no sólo nuestro Curriculum Vitae, sino también  nuestros saberes, nuestras vivencias, nuestras costumbres, nuestra salud mental, nuestras vidas… para sentirnos plenos, íntegros.
Sintetizando, hablar inglés bien nos destaca del resto en lo laboral y nos dignifica el alma en lo personal porque la sabiduría que deleitamos nos enaltece, nos glorifica, nos pondera, nos eleva.


1 comentario:

Good English dijo...

Espero comentarios y opiniones!